Los adultos mayores pueden experimentar
situaciones importantes en su vida que pueden causar depresión.
Lamentablemente, con frecuencia estos casos no se reconocen ni reciben
tratamiento. Por ello, te damos algunos tips para que puedas identificar un posible
caso de depresión y ayudar a tratarlo.
Causas
Los cambios en la vida de un adulto mayor
pueden incrementar el riesgo de depresión o motivar que la depresión existente
empeore. Algunas situaciones que pueden llevar a esto son:
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Que lo trasladen a un asilo u
hogar de ancianos contra su voluntad
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Dolor o padecimiento crónico
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Hijos que dejan el hogar
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Cónyuge y amigos cercanos que
mueren
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Pérdida de la independencia
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Consumir alcohol en exceso o
algunos medicamentos, como por ejemplo, los que inducen el sueño, puede agravar
la depresión.
Algunos adultos mayores pueden deprimirse más
fácilmente que otros. Por ejemplo:
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Las mujeres mayores.
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Los viudos o los que siempre
fueron solteros.
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Las personas que no cuentan con
apoyo ni de familiares ni de amigos.
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Aquellos con antecedentes médicos
como por ejemplo problemas cardíacos o que sufrieron un ataque cerebral o
padecen dolor crónico.
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Aquellos que beben demasiado
alcohol.
¿Cómo
reconocer una depresión?
Además de los síntomas más comunes de la
depresión, como la tristeza y la pérdida de interés, los adultos mayores
también pueden experimentar:
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Confusión u olvido.
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Desesperación
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Poco ánimo o voluntad para
desarrollar actividades
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Dificultades para dormir.
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Pérdida del apetito
¿Qué
puede hacer el adulto mayor contra la depresión?
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Estar activo. Hacer ejercicios o
caminar con otras personas.
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Mantenerse en contacto con amigos,
familiares y comunidad.
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Hacer ejercicios de memoria o
agudeza mental: crucigramas, juegos de cartas, etc.
En los adultos mayores, la depresión que no se
trata puede durar años, y causar o empeorar otros problemas de salud física y
mental. Recibir tratamiento y el apoyo de la familia puede ayudar al adulto
mayor a superar la depresión y disfrutar más de la vida.