Todos esperamos el verano para poder disfrutar de la playa, los baños de sol y las caminatas de paseo. Además, siempre será un placer andar con ropa ligera sin morir de frío.
Pues bien, aunque
lo extrañemos la mayor parte del año, el sol de verano puede ser perjudicial
para nuestra piel y a la larga ocasionar diversas afecciones incluso graves;
por eso, te dejamos estos cuatro consejos para que cuides tu piel de los rayos
solares.
Hidrata tu piel diariamente
Tomar una ducha y
beber al menos dos litros de agua al día pueden prevenir la deshidratación de
tu piel, pero debes complementarlo con cremas hidratantes. No olvides las zonas
más secas: talones, codos y rodillas.
Usa bloqueador solar
El protector solar
es imprescindible. Recuerda aplicarte el bloqueador cada mañana 30 minutos
antes de salir de casa. Y, de preferencia, lleva uno contigo para una nueva
aplicación si estás expuesto al sol por más de dos horas.
¿Qué bloqueador
solar es mejor? El protector solar debe ser de amplio espectro, con protección
UVA y UVB. La radiación UVA incide en la primera capa de nuestra dermis. La
radiación UVB penetra en las tres capas de la piel. Debe aplicarse de manera
generosa y no una capa ligera.
Evita la exposición solar de 12 m. a 4 p. m.
En las horas
centrales del día los rayos nocivos del sol inciden con mayor fuerza en nuestra
piel. Por ello, es preferible evitar la exposición directa al sol durante estas
horas.
Alimentación rica en antioxidantes
Las verduras
frescas y las frutas son un componente fundamental de la dieta del verano. Si
comes de forma regular estos alimentos, ayudarás a la hidratación de tu
organismo y, por tanto, también de la piel.